
VIVEROS DE OLIVOS
En cuestión de cifras, España es uno de los países mejor dotados en el ámbito de la olivicultura, es por esto que existen numerosos viveros de olivos. De hecho, del 93% que ocupamos respecto a la producción mundial de olivos, además de Italia y Grecia, cada año logramos abarcar el 40% y 60% del total.

El origen de los viveros de olivos en España
Además de España, actualmente son más de 47 países los que se han unido al cultivo de olivares; sin embargo, el crecimiento olivicultor español no ha parado desde finales de la década de los 80 hasta ser, hoy en día, 34 las provincias productoras, abarcando un total de 2,5 millones de hectáreas de olivar. Todas estas provincias cuentan con las mejores cosechas de aceituna para mesa y aceite de oliva; sin embargo, de todas las que cuentan con viveros de olivos en España, donde Jaén, es la más acreditada.
De hecho, es conocida como la capital mundial del aceite de oliva, ya que su extensión de olivos rebasa los 65 millones, y tiene gran diversidad de variedades: la aceituna Picual y Arbequina (en mayor medida), y las variedades Royal, Cornezuelo y Cornicabra.
Y es que, que España es un país de tradición olivera, es innegable. Por eso, países emergentes en la plantación de olivos como Argentina, Chile, China o Australia han acudido a los viveros españoles donde se producen los mejores plantones de olivos.
Aunque hay viveros en los que se pueden encontrar multitud de variantes de olivos, siempre puede influir la ubicación de estos, al contar con las variantes predominantes en cada comunidad.
Por ejemplo, en Andalucía, siendo la mayor extensión olivar de toda España, las variedades cultivadas y más presentes en las plantaciones en cada vivero suelen ser; Aloreña, Hojiblanca, Picual y Verdial de Vélez-Málaga en zonas como Almería, Granada y Málaga y las aceitunas Gordal y Manzanilla en zonas como Huelva, Sevilla o Cádiz
En los viveros de la zona de Levante y Castellón, las variantes más populares en los viveros de la zona suelen ser la Blanqueta, Villalonga o Changlot o también variedades autóctonas, específicamente de las provincias de Castellón y Tarragona sur como la Farga, Sevillenca y Morrut.
En la zona Oeste de España y en la oriental andaluza los viveros presentes en la zona , producen cuidadosamente variedades que, se llegan a cosechar como aceitunas para mesa;como la Morrisca y la Carrasqueña, presentes habitualmente en una parte de Badajoz, y la Cacereña, en zonas de Salamanca, Ávila, Zamora y Cáceres.
Otra de las zonas con más presencia de viveros autorizados y certificados es la zona de Valle del Ebro, ya que es una de las zonas con mayores extensiones de olivar, y desde donde se producen aceites de primera calidad. Las variedades que se cultivan en esta zona son la Empeltre, Royal de Calatayud, Farga, Verdeña, entre otras.
La zona centro, en la que está presente Madrid y Castilla La Mancha, cuenta con viveros donde producen variedades como la Gordal de Hellín, la Castellana, la Alfafara, y la Cornicabra, siendo esta última la más cultivada en ambas comunidades.
El resto de viveros alrededor de España basan su producción en la variedad de oliva más trabajada de cada tierra, como ejemplo;
La variedad Picual es la más trabajada en Jaén, Granada y Córdoba, por lo que será fácil encontrar profesionales en viveros que sepan todo al respecto del cuidado y plantación de esa variedad de oliva.
Por otro lado, la zona del olivo Hojiblanco está representada en las provincias de Sevilla, Granada y Málaga, llegando a alcanzar un alto nivel de producción en los viveros de la zona.
Por último, la zona de la Arbequina dentro de las comunidades autónomas de Cataluña e Islas Baleares, a excepción del sur de la provincia de Tarragona, se encontrarán en los viveros de la zona producción de variedades Verdiell, Argudell y Empeltre, las cuales generan aceites de gran valor comercial.
Viveros de olivos en Castilla la mancha
La presencia del cultivo de olivos en Castilla La Mancha es mucho más extensa de lo que se cree. De hecho, data desde el siglo XX hasta el día de hoy, que podemos encontrar más de 242 almazaras distribuidas en varias provincias, como Toledo o Ciudad Real, haciendo una extensión de 318.467 hectáreas de cultivo. De igual forma, tanto las aceitunas como el aceite de oliva han estado presentes en la olivicultura de Castilla La Mancha; de hecho, en la antigüedad sus usos eran más variados a pesar de ser más limitados también.
El aceite extraído de los olivos podía servir para fabricar jabones, combustible, para usos deportivos, religiosos o como alimento, pero en menor medida.
No fue hasta finales del siglo XX cuando la actividad olivícola de Castilla La Mancha se consolidó, logrando un total de 74.353 explotaciones, distribuidas, en su mayoría, en olivares de secano, con 71.681 explotaciones.
Actualmente, de las 397 variedades de olivos existentes en España, 4 de ellas son mayormente cultivadas en Castilla La Mancha: la Cornicabra, Picual, Castellana y Arbequina. Asimismo, existen otras variedades cultivadas en menor medida, como lo son la Manzanilla, Hojiblanca, Gordal de Hellín y Picudo.
De estas variedades, muchas pueden ofrecer aceites que cuentan con gran prestigio y son valorados a nivel internacional, como pasa en el mercado italiano.
De todas las variedades cultivadas en Castilla La Mancha, la más común y de mayor extensión es la Cornicabra, representando un 77% del total, comúnmente producida en Toledo y Ciudad Real. Después de esta, destacan las variedades Picual y Arbequina, a pesar de no ser autóctonas de la zona.
Tomando en cuenta la importancia de la cultura olivícola que existe en Castilla La Mancha y sus respectivas provincias, hoy en día existen aproximadamente 17 viveros de olivos en Castilla-La Mancha, los cuales cuentan con su certificado y están avalados por el Ministerio de Cultura, Pesca y Alimentación.
Estos viveros están distribuidos en tres zonas, que son Toledo, Ciudad Real y Albacete, y se dedican a la plantación, riego, abonado, manejo, mantenimiento y reproducción de olivos nebulizados, los cuales permiten un crecimiento mayor con menores costes de producción.
Asimismo, para garantizar que las variedades cultivadas en los viveros de olivos puedan plantarse en otras zonas, sin importar la época del año, estas son cultivadas en macetas de invernaderos y se mantienen a salvo de enfermedades y plagas comunes como el Barrenillo, el Verticilium o la Xylella Fastidiosa, que tanto ha perjudicado los cultivos en Europa.
En los viveros de Castilla La Mancha se pueden encontrar amplias variedades de semillas y plantones, como Arbequina, Arbosana, Picual, Sikitita, Manzanilla (real y de cuquillo), Blanqueta, Alfafarenca, Benizar, Gordal de Hellín, Chancló, Hojiblanca, Cornicabra (murciana y de Toledo), Royal de Jumilla, Mollar de Ciezana, entre otras.
Además del cultivo de estas y otras variedades, en los viveros de olivos de Castilla La Mancha se pueden encontrar servicios de asesoramiento y mantenimiento para garantizar el éxito de la explotación olivarera.
Viveros de olivos en Andalucía
Si España es líder productor de olivos en todo el mundo, Andalucía es una de las piezas claves para ello Y es que, la mayoría de los olivares del territorio español están ubicados en Andalucía debido a la capacidad que tienen las variedades autóctonas de la zona para adaptarse a los terrenos secos, indiferentemente de las técnicas de riego. Asimismo, la ausencia de lluvias frecuentes garantiza que la tierra se mantenga constantemente fértil, con mínimas posibilidades de que se encharque y estropee las raíces.
Además, las horas de sol prolongadas y los vientos suaves procedentes de las costas contribuyen con el crecimiento de los olivares. En pocas palabras, si se hablamos de tierras andaluzas, podemos decir que es la comunidad autónoma con mayor tradición olivarera. El número de viveros de olivos en Andalucía es de 180, todos ellos certificados y avalados por el Ministerio de Cultura, Pesca y Alimentación, a los que pueden llegar a sumarse multitud de viveros no certificados que se encuentran distribuidos por todo el territorio andaluz.
De los viveros registrados, la mayoría están presentes en Almería, Granada, Málaga, Jaén, Córdoba y Sevilla. Estos se encargan cada año de producir unos 8 millones de plantas autóctonas, además de formar parte activa en cuanto a investigación para encontrar mejoras en las maneras de producción de las variedades o especies más vulnerables, o de recuperar árboles y arbustos, también autóctonos.
Respecto a la producción de olivos en los viveros de andalucía, en ellos se cultivan variedades como Hojiblanco, Picual, Arbequina, Manzanilla, Empeltre, Changlot Real, Lechín, Gordal, Galega, Picudo, Nevadillo, Arbosana, Koreneiki, Frantoio entre muchas otras.
Cada una de estas variedades es criada, cuidada y posteriormente comercializada tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Además, todos estos viveros cuentan con certificaciones que avalan la gran calidad de sus olivos, tras pasar por estrictos controles fitosanitarios para asegurar que se ofrece la máxima calidad varietal.
Algunos viveros utilizan métodos de producción de nebulización para garantizar que los cultivos estarán mejor conservados y libres de enfermedades peligrosas, también, en su mayoría, ofrecen servicios de mantenimiento y recogida de aceitunas, así como venta de plantones de olivos por internet y packs especiales a compras de más de 100 plantas de olivo.
Viveros de olivos en Murcia
En Murcia, la extensión de sus cultivos alcanza las 11.000 explotaciones, siendo algunas de ellas variedades de olivos autóctonas de la región y, en su mayoría, pequeñas y de aprovechamiento familiar.
Además de esto, en Murcia hay más zonas adaptadas a explotaciones a nivel profesional, con dimensiones personalizadas, y explotaciones intensivas y de regadío tecnificado.
Entre los cultivos que se encuentran en esta zona podemos nombrar unas cinco variedades distintas (Cuquillo, Picual, Jumilla, Granadino y Cornicabra). De estas, la Cuquillo ocupa el 70%, la Picual un 15% y el resto representan el otro 15%.
Respecto a la extensión de viveros de olivos en Murcia, esta es mucho más pequeña, con solo 9 viveros de olivos certificados por el Ministerio de Cultura, Pesca y Alimentación. En ellos, se cultivan variedades autóctonas y no autóctonas, como la Arbequina, Arbosana, Koroneiki, Picual, Hojiblanca, Cornicabra de Toledo, Changlot, Frantoio, Lechín de Granada o Cuquillo, Blanqueta, Callosina, Empeltre, Cobrançosa, Ocal, Gordal sevillana, Manzanilla sevillana, Picudo, Villalonga, Cornezuelo, Alfafara, Arróniz, Benízar o Gordal de Hellín, Cipressino o Frangivento, Genovesa…
Por otra parte, algunos viveros en Murcia ofrecen servicios de envío nacional e internacional, se encuentran especialistas en técnicas de injertos o de nebulizado, u ofrecen servicios para realizar controles sanitarios que garanticen la salud de las diferentes variedades de plantas, a la par que se brindan servicios de asesoramiento para enseñar al cultivador el buen mantenimiento de los plantones una vez plantadas en sus tierras.
Viveros de olivos en Valencia
La Comunidad Valenciana es una de las zonas más representativas e importantes de toda España, además de Andalucía, ya que, incluso, producen aceites únicos que cuentan con certificaciones DOP.
Asimismo, de las 23 variedades de olivos principalmente producidos a gran escala en España, 6 pertenecen a la Comunidad Valenciana, como lo son las especies Villalonga, Farga, Blanqueta, Alfafara, Serrana de Espadán y Changlot Real.
Todas estas variedades son bastante conocidas, sin embargo, las que son verdaderamente autóctonas de la zona son la Nana y la Callosina. Otra de las virtudes de la Comunidad Valenciana es la variedad de olivos milenarios que existen, y que cuentan con más de tres metros de diámetro, además de superar el metro y medio de altura. Todos estos ejemplares tienen la capacidad de superar los dos mil años de existencia y están certificados como tal.
Todas estas características de los cultivos valencianos son una referencia de la calidad de cultivos que podemos encontrar en los viveros de olivos en Valencia, que ya han alcanzado los 60 viveros registrados y que cuentan con las certificaciones otorgadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En este caso, las provincias que cuentan con esta certificación son Alicante, Valencia y Castellón. Y en ellas podemos encontrar la comercialización en viveros de variedades como la Alfafarenca, Arbequina, Blanqueta, Borriolense, Changlot Real, Cornicabra, Cuquillo, Empeltre, Farga, Frantoio, Genovesa, Gordal, Gordal Sevillana, Hojiblanca, Manzanilla, Morrut, Picual, Regues, Verdillo, Villalonga, entre otras.
Por otra parte, los estilos de cultivo de los viveros de olivos en Valencia también son variados, aunque, en su mayoría, corresponden al estilo de cultivo nebulizado. También se manejan las plantas en bandejas o macetas que neutralizan el desarrollo de las raíces antes de ser plantadas y algunos viveros ofrecen servicios de logística, postventa y asesoramiento para garantizar la satisfacción de agricultores tanto dentro de la comunidad valenciana como en el exterior.
Viveros de olivos en Extremadura
La zona de Extremadura guarda uno de los secretos más jugosos en el ámbito olivarero. Y es que, además de ser un gran productor de aceite y aceitunas, cuenta con variedades con características únicas que dan como resultado un aceite de alta calidad y sabor característico.
La cultura arraigada olivarera en esta zona deja ver su larga historia en la producción de olivos y en los huesos de esta variedad autóctonas, que fueron hallados en tinajas y ánforas pertenecientes a los romanos.
Si se trata de cifras, Extremadura es el tercer mayor productor nacional de aceitunas después de Andalucía y Castilla La Mancha; cuentan con olivares de más de 255.000 hectáreas de cultivo destinadas a la producción de aceitunas y aceite de oliva y, además, su mayor campaña de producción logró superar las 73.000 toneladas de aceite en la temporada 2017/2019.
A raíz de ello, Extremadura ha crecido exponencialmente, consiguiendo tener 135 almazaras distribuidas en las provincias de Badajoz y Cáceres.
Estos datos ponen en descubierto el importante rol que tienen los viveros de olivos en Extremadura ya que a través de ellos podrán conservarse y reproducirse las diferentes especies de olivos centenarios y milenarios que habitan en el territorio extremeño.
Actualmente, son más de 16 viveros de olivos certificados en Extremadura los que están distribuidos en todo el territorio extremeño. En ellos, se ofrecen y comercializan diferentes variedades autóctonas de esta y otras zonas externas a Extremadura, como la Cornicabra, Frantoio, Carrasqueño de la Sierra, Manzanilla de Sevilla, Pico Limón, Arbosana, Arbequina, Koroneiki, Manzanilla Cacereña, Cobrançosa, Hojiblanca, Picual y Verdial de Badajoz.
La importancia de la certificación de estos viveros es que la calidad de sus plantones y semillas de olivos es indudable, además de que el seguimiento que realizan y el mantenimiento de todas las especies allí comercializadas será mucho más profesional y completo.
Además de esto, algunos viveros también realizan envíos internacionales y a domicilio, garantizando a sus clientes que estarán cuidados desde que salen del vivero hasta que llegan a sus nuevos hogares.
Viveros de olivos en Galicia
La historia olivar en Galicia indica que los romanos, así como en Extremadura, tuvieron que ver con la implementación del árbol de olivo y del aceite, además de su desarrollo.
En sus inicios esta práctica agricultora estaba en auge y pasó a ser una actividad tradicional; no obstante, hubo una época en la que el cultivo de olivos disminuyó considerablemente a causa de la influencia de los Reyes Católicos, las épocas de guerra y las malas cosechas.
Todo esto ocasionó grandes pérdidas de olivares, a tal punto, que la actividad comercial dejaría de centrarse en el aceite y comenzaría a producir maíz, patatas y otros ejemplares alimenticios, dejando de lado las 19 variedades autóctonas, tan valiosas, que fueron descubiertas años después.
Hoy en día, todas estas variedades están siendo recuperadas para potenciar y recuperar el sector de producción aceitera, artesana e industrial de Galicia. De hecho, cada año se adecuan más zonas de cultivo para desarrollar estas variedades autóctonas y promover la elaboración de aceite a futuro.
Entretanto, los viveros de Galicia juegan un papel importante en el mantenimiento y tratamientos de esquejes de olivos para asegurar que sus raíces se mantengan en las mejores condiciones, mientras llega el momento de trasplantarlas.
Diferentes viveros reconocidos, distribuidos en varias zonas de Galicia, cuentan con certificaciones especiales que les han sido otorgadas como aval para que puedan manejar estas especies de olivos autóctonas; incluso, tienen una duración de tres años con disposición a renovación.
En general, los viveros de olivos en Galicia son más de 19 viveros certificados y otros más de 75 sin certificación que se dedican a promover el crecimiento de los agricultores gallegos que quieren manejar especies de olivos como la Brava gallega y la Mansa gallega. Además, también se comercializan variedades como la Arbequina y la Picual.
Por supuesto, cada compra, y como es habitual en los viveros certificados, está acompañada de su respectivo acompañamiento de tratamientos fitosanitarios, asesoría o servicios de restauración, entre muchos otros servicios.
Todo lo que debes saber antes de comprar tu planta de olivo
Seguro que te estarás preguntando en qué vivero de olivos comprar tus plantas. Déjame decirte que no es una elección fácil y deberás elegir un vivero certificado y de confianza que ofrezca garantías. Dedicarse a la venta de plantones de olivos puede ser lucrativo para algunos particulares, pero aunque puedas obtener la planta a un precio algo más elevado un vivero profesional te ahorrará más de un disgusto. Estas dudas son habituales en agricultores que están decididos en comprar planta de olivo y no saben que deben tener en cuenta antes de llegar a un acuerdo con el vivero, por lo que te recomiendo que las revises.
¿Cómo saber si un vivero de olivos está certificado?
Cualquier agricultor de especies de plantas cultivadas en viveros, ya sean olivos, otros árboles frutales o especies forestales, que quiera acogerse a las directrices del reglamento técnico de control y certificación de su comunidad autónoma, podrá solicitar una respectiva certificación del tipo de especie que quieren producir.
Estas certificaciones deberán solicitarse a través de una serie de solicitudes y notificaciones que deberán estar dirigidas al Servicio de Producción Agrícola de la DGPAG (Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadería) correspondientes a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible (Junta de Andalucía) cuyo ente es el encargado de otorgar este tipo de certificados.
Los requisitos para tener un vivero de olivos certificado deben ser, respecto a las notificaciones, una de aforo de material certificado y otra de estaquillado de material certificado. Por otra parte, las solicitudes deberán ser de precintado (a excepción de las plantas forestales y cítricos), así como de etiquetas y tramitación del certificado de identidad forestal.
Una vez que se han realizado las respectivas solicitudes y notificaciones, la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadería (DGPAG) podrá conceder los números de etiquetado respecto a las inspecciones que han sido realizadas.
¿Cuál es el rango de precios del olivo en viveros?
El precio de cada variedad de olivos en los viveros puede cambiar en base a diferentes aspectos. Se pueden encontrar plantas de olivo por menos de un euro (como plantones de hasta 25 centímetros) hasta olivos de mucha más edad (digamos más de cien años) por precios de incluso 4.500 euros.
Por supuesto, esto también dependerá de la variedad de olivo y el estilo de cultivo previo; es decir, si son olivos nebulizados u olivos de palo tradicionales.
El rango de precios de los plantones de olivo está entre: 0,50€ y 4€ según sea el tamaño de la planta.
En este sentido, los olivos nebulizados suelen tener precios mucho más económicos que los tradicionales olivos de palo. La razón es que la densidad de variedades fácilmente multiplicadas de retoños, cuando son nebulizados, es mucho mayor que la de los olivos de estaca (medidas reflejadas en metros cuadrados).
Por lo general, los precios de los olivos que son nebulizados pueden variar entre 0,50 céntimos de euro y 1,20 euros; de igual forma, esto también dependerá de la facilidad con la que se puedan producir sus raíces.
¿Qué son los viveros de olivos nebulizados?
Para saber qué son los viveros de olivos nebulizados, primero es necesario conocer lo que significa nebulizar olivos. En este caso, esta técnica está basada en la reproducción de pequeñas estacas de madera que tienen entre 2 o 4 hojas, las cuales se trasladarán a través de hormonas de enraizamiento y reguladoras del crecimiento.
Estas pequeñas estacas se cultivan en los viveros de olivos sobre bandejas similares a las del plantel hortícola y son mantenidas a temperaturas que favorecerán su desarrollo, con una humedad del 80% o 90%. Posteriormente, serán utilizados los nebulizadores que, en otras palabras, son pequeños aspersores que generarán gotas para crear una especie de nube de agua sobre las plantas. Esto es a lo que se le llama proceso de nebulización.
El proceso de nebulización que se lleva a cabo para producir esquejes de olivos en masa permite manejar un control varietal que, a través de él, se podrán obtener mejoras de cada variedad. De igual forma, este proceso es más económico, además de efectivo, gracias a la cantidad de esquejes que pueden desarrollarse, al mismo tiempo, en una mesa para nebulizar.
Por otro lado, si se trata de nombrar algunas diferencias entre este método y los que se llevaban a cabo anteriormente, como el de reproducción a través de estacas leñosas, radica en que la superficie que se necesitaba para hacerlo, además de los costos, era mucho mayor.
Asimismo, cuando se trata de enraizar, no todas las variedades son aptas para ello. A pesar de que en los viveros de olivos se utilizan técnicas para regular las hormonas y el crecimiento de las raíces, los árboles resultantes no se adaptarán igual que como lo harían, por ejemplo, si fueran de injerto.
No obstante, la nebulización sigue siendo más eficiente, ya que con este método es posible cultivar gran cantidad de plantas sin necesidad de abarcar demasiados metros cuadrados; además, su pequeño tamaño permite transportarlas con mayor facilidad.
En definitiva, los procesos de nebulización permiten mantener las estaquillas hasta que son trasladadas y enraizan. Asimismo, con los plantones de olivos que son nebulizados, la presión de vapor de las hojas disminuye sin afectar su proceso de respiración y, por consiguiente, el ritmo de su actividad fotosintética.